Información
tomada del libro “Reconocer Bueu”, cuyo autor es José Maria Estévez Castro.
1809.- La Junta
Provincial de Armamento y Defensa de la provincia de Santiago, acordó que la
isla «desde tiempo atrás sin moradores ni cultivo, fuese repoblada» y que se
realiza en obras de defensa, y comisionaron a Salvador López Gil, párroco de
Sangenjo, para ello. Se calculaban los
gastos en 400.000 reales, pero la nación se encontraba arruinada y proyectaron
en dividir la parte cultivable de la isla en doscientas parcelas, valorando
cada una en 2.000 reales. Pero entonces
comenzaron los inconvenientes, porque Santiago se consideraba dueño de Ons «por
los papeles de su archivo y por Privilegios y Confirmaciones Reales» y
resultaba que la Isla de Ons les pertenecía en toda su propiedad y señorío,
pues en la tripartita celebrada entre el Cabildo y la Dignidad Arzobispal de
1228, resulta que dicha «Ysla no fue comprendida en ella». En realidad, el Cabildo no tenía dinero para
las obras, y por otro lado, comenzó un verdadero pugilato entre aquél y los
supuestos dueños de las islas.
1812.- Enero 14.
Decía Santiago: «En este cabildo dieron cuenta los señores Dean y Magistral del
resultado de sus operaciones quanto a la visita de las islas de Ons y Onza, y
permisión de cultivo a los accionistas que quisiesen establecerse en ellas,
manifestando su dictamen acerca de las condiciones con que se debía hacer el
foro o foros que se reducen a la reserva de terreno para edificar, desde el
regato que forma el agua de la Fuente de los Ingleses, hasta el poza que está
pegado al castillo de en medio, llamado de Santiago, y desde la mar tirando al
Poniente hasta. el principio de la Cuesta donde concluye la línea de población
trazada por el ingeniero 05510 ... »
1813.- Ya en esta
fecha, el intento de fortificación de la isla no se llevó a cabo.
Sigue escribiendo
Portela Pazas: «Pero en Ons continuó un personaje llamado Francisco Genaro
Angel, que sospechamos había sido como el director de las obras que ya se
habían comenzado en 1.810 y en las que invirtió, al decir de sus testamentarios
en un alegato de 1834, unos cincuenta mil reales». Pero este señor seguía
admitiendo vecinos, entre otros, un llamado Bernardo Casas, de Cela.
El Genaro Ángel
falleció en 1828, dejando por albaceas cumplidores testamentarios a Francisco
Estévez Riobóo, presbítero, de Bueu y a don Sebastian Graña, de Marín, quienes
continuaron en la pacífica administración de la isla, efectuando arrendamientos
a su voluntad, cobrando pensiones y demás hasta el año 1833, y seguirían más
tiempo si no sobrevinieran los siguientes sucesos».
1.833.- Octubre 15.
El Cabildo quería aclarar si podrían subarrendar la isla a otros señores, pero que
«no estimaba conveniente demandar ni proceder contra los que se habian
intrusado en ella, y el arrendamiento pedido no se efectuó». Pocos meses después, algunos de los
cultivadores se dirigieron a S.M. en solicitud de que se les mantenga en el
goce de las tierras que roturaron a sus expensas ... pagando a Hacienda un
canon.
1834. Octubre.
S.M. la Reina Gobernadora da aprobación a instancia presentada por José Solla,
Francisco Comesaña y Vicente López, quienes pretendían el goce y propiedad de
los terrenos que habían trabajado y a la vista de ello el Cabildo determinó
proceder como propietario y dueño, al arrendamiento de Ons.
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