Se trata de un
sepulcro antropomorfo aislado, excavado en una roca granítica emplazada en el
mar, a 120 m aproximadamente de la playa Area dos Cans, pudiéndose acceder a
ella a pie sólo en baja mar. Esta roca destaca en el paisaje porque nunca se
cubre por el mar, y por su color claro, debido a su exposición al sol, el
salitre y las deposiciones de las aves marinas.
El sepulcro
presenta una forma rectangular, de orientación norte-sur, con un reborde
perimetral resaltado, con las esquinas redondeadas, aunque probablemente esté
desgastado por la acción marítima y originariamente hubieran sido cuadradas.
Las paredes del sarcófago son bastante verticales, aunque la base se estrecha levemente
respecto a la boca. La base es llana y la ruptura es cóncava. La zona de la
cabeza, orientada al norte, tiene una forma ovalada, creando una
semicircunferencia, con las paredes y ruptura cóncavas y la base semiplana.
En este extremo
norte del sarcófago también se reconocen los restos de un tramo de fuste procedente
posiblemente de una cruz. Tiene sección cuadrangular y presenta restos de
hormigón en la base del mismo. En su extremo opuesto, el sur, también se distingue
un pequeño rebaje de forma semicircular, como para encajar los pies.
Esta orientación
norte-sur no es la usual ya que, por norma, la cabeza se orientaba hacia
oriente, lugar por donde sale el sol y por el que aparecería Dios en el juicio
final, según el rito cristiano, (este-oeste) en relación también con la salida
y puesta del sol.
Se desconoce cuál
es el origen de este sarcófago. Podría ser que en el entorno inmediato existiese
algún convento o antiguo edificio de carácter religioso pero la espesa
cobertura vegetal en la zona en la que podría haber restos impide hacer un
reconocimiento más exhaustivo para así poder detectar posibles evidencias que
sostengan esta hipótesis. Segundo A. de las Casas (1934 “A tradizón di que antigamente
a terra adiantaba aínda ben mais da laxe, e que neste lugar había un fermorisimo
mosteiro que se esborrallou cando os franceses”. Es un texto que nos habla de la fuerte erosión
de la costa, y que el sepulcro estaba en tierra firme, por lo que puede cambiar
bastante la interpretación en base a su emplazamiento actual.
Finalmente
destacar que, por la falta de más vestigios y de otros datos, no se puede
afirmar que se trate de un sepulcro para un abad o persona religiosa, ya que también
pudo ser utilizado para dar sepultura a una persona civil de distinguido rango,
a la que se le puede atribuir una cronología medieval.
Según referencias
orales, a este sarcófago pertenece una tapa que actualmente se encuentra en el
Centro de Visitantes de la Illa de Ons, y que cuentan que fue recogida de la
playa del Area dos Cans.
Información tomada del libro "Ons: una isla
habitada" por Paula Ballesteros-Arias, Marina Bermúdez Beloso y Cristina
Sánchez-Carretero.
No comments:
Post a Comment