Thursday, October 18, 2018

A Laxe do Crego


Se trata de un sepulcro antropomorfo aislado, excavado en una roca granítica emplazada en el mar, a 120 m aproximadamente de la playa Area dos Cans, pudiéndose acceder a ella a pie sólo en baja mar. Esta roca destaca en el paisaje porque nunca se cubre por el mar, y por su color claro, debido a su exposición al sol, el salitre y las deposiciones de las aves marinas.
El sepulcro presenta una forma rectangular, de orientación norte-sur, con un reborde perimetral resaltado, con las esquinas redondeadas, aunque probablemente esté desgastado por la acción marítima y originariamente hubieran sido cuadradas. Las paredes del sarcófago son bastante verticales, aunque la base se estrecha levemente respecto a la boca. La base es llana y la ruptura es cóncava. La zona de la cabeza, orientada al norte, tiene una forma ovalada, creando una semicircunferencia, con las paredes y ruptura cóncavas y la base semiplana.
En este extremo norte del sarcófago también se reconocen los restos de un tramo de fuste procedente posiblemente de una cruz. Tiene sección cuadrangular y presenta restos de hormigón en la base del mismo. En su extremo opuesto, el sur, también se distingue un pequeño rebaje de forma semicircular, como para encajar los pies.
Esta orientación norte-sur no es la usual ya que, por norma, la cabeza se orientaba hacia oriente, lugar por donde sale el sol y por el que aparecería Dios en el juicio final, según el rito cristiano, (este-oeste) en relación también con la salida y puesta del sol.
Se desconoce cuál es el origen de este sarcófago. Podría ser que en el entorno inmediato existiese algún convento o antiguo edificio de carácter religioso pero la espesa cobertura vegetal en la zona en la que podría haber restos impide hacer un reconocimiento más exhaustivo para así poder detectar posibles evidencias que sostengan esta hipótesis. Segundo A. de las Casas (1934 “A tradizón di que antigamente a terra adiantaba aínda ben mais da laxe, e que neste lugar había un fermorisimo mosteiro que se esborrallou cando os franceses”.  Es un texto que nos habla de la fuerte erosión de la costa, y que el sepulcro estaba en tierra firme, por lo que puede cambiar bastante la interpretación en base a su emplazamiento actual.
Finalmente destacar que, por la falta de más vestigios y de otros datos, no se puede afirmar que se trate de un sepulcro para un abad o persona religiosa, ya que también pudo ser utilizado para dar sepultura a una persona civil de distinguido rango, a la que se le puede atribuir una cronología medieval.
Según referencias orales, a este sarcófago pertenece una tapa que actualmente se encuentra en el Centro de Visitantes de la Illa de Ons, y que cuentan que fue recogida de la playa del Area dos Cans.


Información tomada del libro "Ons: una isla habitada" por Paula Ballesteros-Arias, Marina Bermúdez Beloso y Cristina Sánchez-Carretero.

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